Tras ser el primero en pisar las semifinales del Masters 1000 de Madrid, Roger Federer lamentó no haberse encontrado todavía con un jugador español o argentino a lo largo del torneo, algo que hubiera significado una prueba importante de cara a Roland Garros.
El suizo resaltó que "esta semana ha sido extraña, aquí la pelota vuela y puedes obtener puntos de forma rápida. Ha sido una semana dura porque aún no he jugado con españoles o argentinos, quienes alargan los intercambios", añadiendo que con "Roddick no es fácil, pero cuando juego con él siento que domino desde el fondo".
La sensación de Federer es que, a pesar de la altitud, poco a poco va encontrándose mejor para París. Aquí la bola bota más y se alza mucho más hacia su revés, tal y como lo hace Nadal cuando se enfrenta contra él, y eso lo están haciendo el resto de sus rivales, lo que significa un entrenamiento extra para su golpe menos efectivo.
Con todo esto, el número dos del mundo señala que "utilizo mucho el revés gracias a que todos los jugadores me tiran mucho ahí, por lo que estoy mejorando", bromeando al añadir que "la pelota vuelta pero tengo la sensación de que la controlo, y eso es bueno porque antes me costaba mucho. Ahora no fallo tiros fáciles".
Respecto al duelo contra Roddick, Federer sacó buenas conclusiones al resaltar que "fue un partido ajustado, con buen ambiente y buen tiempo, y todo eso ayuda. Fue un buen partido", aunque lamentó "no haber ganado en dos sets", algo que no pudo ser porque "Roddick es un buen rival y me recuperé en el tercero".
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